sábado, 5 de mayo de 2012

SUELOS


DEFINICIÓN E IMPORTANCIA DEL SUELO
Llamamos suelo a la capa de tierra que cubre gran parte de las rocas que forman la corteza del planeta. Se forma al descomponerse las rocas y sedimentarse los productos de la erosión. Consta de una parte mineral y de otra orgánica. Es un ente vivo y como tal, esta sujeto a nacimiento, evolución y muerte. En el se desarrollan multitud de organismos que hacen factible la vida vegetal y animal.
COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA DEL SUELO
Los suelos constan de cuatro grandes componentes: materias minerales, materia orgánica, agua y aire. Por lo general yacen en un fino estado de subdivisión e íntimamente mezclados.
Normalmente esta compuesto de pequeños fragmentos de rocas y minerales de varias clases. Los fragmentos de roca son remanentes de las rocas masivas de las cuales está formada la capa filtrante y, a su vez, el suelo por meteorización. Son casi siempre gruesos y por otro lado son extremadamente variables en tamaño.
Los minerales tales como el cuarzo y otro llamados minerales primarios han persistido mas o menos invariables en composición desde su roca originaria. Otros tales como las arcillas y los óxidos de hierro, han sido formados por la acción de los agentes externos sobre minerales menos resistentes.
El tamaño de las partículas minerales tiene gran influencia sobre las propiedades del suelo.
Materia orgánica
La materia orgánica del suelo representa una acumulación de las plantas parcialmente destruidas y parcialmente resintetizadas, y de los residuos de animales. Este material esta en un activo estado de desintegración y sujeto al ataque por parte de los microorganismos del suelo. Por consiguiente, es mas bien un constituyente transitorio del suelo y debe ser renovado constante mente por la adición de los residuos de las plantas superiores.

La materia orgánica del suelo de divide en dos grupos:
Los tejidos originales: que incluyen los aportes más o menos descompuestos que producen las raíces y partes aéreas de las plantas. Estos materiales están sujetos a un fuerte ataque por parte de los organismos tanto vegetales y animales del suelo, que son utilizables como fuente de energía y material de recuperación frente a su propio desgaste.
El humus: material de color negro o pardo, de naturaleza coloidal. Su capacidad para almacenar agua e iones nutrientes es mayor. De esta manera, pequeñas cantidades de humus hacen aumentar la capacidad del suelo en promover la producción de las plantas.
El agua del suelo
El agua es retenida dentro de los poros con grados variables de la intensidad, según la cantidad de agua presente.
Junto con sales disueltas, el agua del suelo forma la llamada solución del suelo, tan importante como medio para abastecer de principios nutritivos o las plantas que en él se desarrollan.

La solución del suelo contiene cantidades pequeñas, pero significativas, de sales disueltas, muchas de las cuales son esenciales para el desarrollo de la planta.
El aire del suelo
El contenido y la composición del aire del suelo estan determinados en alto grado por las relaciones suelo-agua. Siendo una mezcla de gases, el aire se mueve meramente dentro de los poros del suelo no ocupados por el agua.
Perfil del suelo
Se llama así a la estructura en corte transversal del suelo. En él se observan una serie de capas que reciben el nombre de horizontes o niveles, cuyo numero esta directamente relacionado con el grado de madurez del suelo, magnitud que depende en gran medida de las características climáticas de la zona. Generalmente, los suelos maduros se encuentran en lugares donde la temperatura y la humedad no son extremas.
Los horizontes son:
Horizonte A de lixiviado. Es la zona donde se desarrollan las raíces de las hierbas y otras formas de vida como las lombrices, y que puede variar desde unos pocos centímetros hasta unos 60 centímetros. En regiones húmedas este horizonte contiene mucho humus, que tiñe de oscuro a los fragmentos de minerales. En general, las partículas son finas y oscilan en tamaño entre la arena y la arcilla, estando la hojarasca y los residuos orgánicos incluidos en este horizonte.
Horizonte B de precipitación. (Denominado también subsuelo) esta por debajo del anterior y con frecuencia se halla definido a primera vista por una diferencia de color. El espesor de este horizonte oscila entre unos 90 centímetros y sus colores varían desde el gris claro al pardorrojizo oscuro, que se destacan por no estar teñidos por el humus. Los materiales de este horizonte son normalmente más plásticos que los del A, pudiéndose identificar un incremento gradual del tamaño de las partículas hasta llegar a la roca madre firme.
Nivel C. Formado por fragmentos procedentes de la meteorización mecánica y/o química de la roca madre subyacente, o bien por materiales que fueron depositados por el agua o por el viento en épocas pasadas.
Roca madre. Capa rocosa situada a profundidad variable, intacta e impermeable, salvo en las zonas de fractura.
PROCESO DE FORMACION DE UN SUELO
El proceso de formación de un suelo maduro autóctono (in situ) sobre las rocas de la corteza terrestre se realiza en sucesivas etapas que transcurren paralelamente al mecanismo de sucesión ecológica de la comunidad que sustenta, madurando a la par que ésta tiende a alcanzar su clímax.
Factores que condicionan la evolución de un suelo
El clima. Es el factor más importante, ya que, además de condicionar el tipo de meteorización de la roca madre, ejerce una vital importancia en su evolución. Entre los componentes climáticos más influyentes destacaremos los siguientes:
El balance hídrico o equilibrio existente entre las entradas (precipitación) y las salidas (evaporación), pues si predomina la precipitación se incrementa el lixiviado de iones. Por lo contrario, si predomina la evaporación aumenta el ascenso capilar de sales hacia los horizontes superiores, pudiendo éstas llegar a aflorar y formar costras superficiales.
El aumento de temperatura incrementa la velocidad de las reacciones químicas y biológicas.
La topografía. La pendiente favorece la erosión y además condiciona la orientación respecto al sol.
La naturaleza de la roca madre. De este factor dependerán fundamentalmente los componentes minerales que contenga el suelo.
La actividad biológica. La abundancia de organismos descomponedores contribuye a la formación del suelo por transformación de la materia orgánica contenida en él.
El tiempo. Este factor tiene gran importancia, pues debido a él actualmente se puede considerar el suelo como un recurso no renovable, porque se regenera a un ritmo mucho más lento (cientos o miles de años) que el de su destrucción.

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